Año: 2014
Género: Animación - Fantástico - Comedia
País de Origen: Japón
Título Original y Castellano: No Game, No Life (Sin Juego No Hay Vida)
Personajes: Sora // Shiro // Stephanie Dola // Tet // Jibril // Chlammy Zell // Feel Nirvalen // Izuna Hatsuse.
Ya conocemos de lo que es capaz de hacer la cultura japonesa en cuanto a animes se refiere, y el que no lo conozca es que le interesa cero esto o que vive apartado del mundo. Y es que si algo tienen es que constantemente sus dibujos, incluso sus películas más gore, están llenas de perversiones. Con continuas fijaciones a mostrar a las mujeres en paños menores.
Esto se debe a la gran represión sexual que tienen los japoneses, llevándolos a tener que consolarse con su imaginación más perversa. Porque sí, ni siquiera se libran las niñas de sufrir este sin fin de dibujos que pueden llevar a la pederastia. Sé que es duro decirlo, pero es que el personaje de Shiro es una niña de 11 años a la que en un momento dado hasta la dejan sin ropa interior sin motivo alguno, y además por su propio hermano Sora de 18 años.
Otra de las cosas que suelen hacer es mostrar a chicas de grandes pechos con el claro mensaje de que si le tocas los pechos no solo se excitan, sino que está bien manosearlos aunque sea sin el permiso de la joven. Hablo del caso del personaje de Stephanie Dola "Steph", una chica de 16 años perteneciente a la realeza y que se presenta ante la puerta de los hermanos con solo una sábana por encima. Claro que tengo que aclarar que es porque lo pierde todo jugando a las cartas.
Antes de seguir con la critica voy a comentaros de que va un poco la serie. Resulta que los hermanos de los que os he hablado al principio, son dos Gamers que en las redes se hacen llamar Espacio En Blanco. Su gran inteligencia unida hacen de un equipo imbatible, nunca pierden a ningún juego y hasta son capaces de preveer lo que va a ocurrir gracias a sus dotes deductivas.
Un día ambos se encuentran jugando con lo que creen que es otro gran Gamer pero pierde de manera estrepitosa ante ellos. Por ello les dice que se llama Tet y que es Dios, y que les puede llevar a un mundo de juegos donde serán puestos a grandes pruebas continuamente. Estos aceptan y son teletransportados a un mundo de fantasía dónde no hay guerras pero sí reglas que deberán seguir al pie de la letra. Son diez, como si fuesen los mandamientos.
Los hermanos se encuentran en su salsa y pronto se acaban haciendo con el reinado del lugar, sin embargo al tratarse todo de un juego su misión consiste en hacerse con el mundo y retar a Tet para ser ellos los nuevos dioses.
Hay otros personajes que acaban tratando del mismo modo y de forma demasiado gratuita que como os decía en los primeros párrafos. Y a pesar de que es una crítica bastante dura a los japoneses, aunque realmente no tienen del todo la culpa, la serie me pareció bastante entretenida. Apartando un poco a un lado el contenido sexual explícito, es una serie inteligente y cómica que te hace querer ver más de ella; hasta te dejan con ganas de más.
Esta primera, y hasta el momento única, temporada, consta de 12 episodios de unos 20 minutos cada uno. Está basado en el cómic manga del autor Thiago Furukawa Lucas que usa el seudónimo de Yuu Kamiya. Por la fecha de emisión de esta serie, parece que contiene la parte de los seis volúmenes que publicó hasta el momento. Su idea es hacer ocho y en 2015 ya publicó los restantes y ahora solo falta saber si también serán emitidas. He intentado buscar más información sobre que va a ocurrir con esta serie, pero no encuentro referencias.
¿La Compraría? Personalmente no, pero un primo mío sí lo hizo y me la dejó para que pudiera verla. Además cogió la versión coleccionista.
Nota Personal: 7
Espero os haya gustado y no caigáis en la perversión.
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